Así lo indica el informe Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2017, que acaba de ser publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En comparación con el trienio anterior 2,4 millones de personas más pasan hambre
en la región, alcanzando así un total de 42,5 millones de personas.
Esa población sería similar a la de un país como Argentina: 42 millonesde "personas que no contaron con la cantidad suficiente de alimentos para cubrir sus necesidades calóricas diarias".
El documento destaca el caso de Venezuela como el más "significativo": "En ese país la subalimentación creció en 3,9 puntos porcentuales con respecto al trienio inmediatamente anterior".
En términos absolutos, esto significa un aumento de 1,3 millones de personas subalimentadas en Venezuela, lo que explica más de la mitad del aumento observado en Sudamérica.
Si esta tendencia no se modifica, América Latina y el Caribe no cumplirán con la meta de erradicar el hambre y la malnutrición en 2030, comprometida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
"Vamos por mal camino. La región ha dado un paso atrás importante en una lucha que venía ganando. No podemos tolerar los niveles actuales de hambre y la obesidad, ya que paralizará a toda una generación de latinoamericanos y caribeños", advirtió el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué.
¿Qué países tienen los mayores y menores índices de subalimentación?
Sin embargo los datos a nivel de país confirman la heterogeneidad de la región, ya que en 21 naciones sí se redujo la subalimentación en el último trienio entre 2014 y 2016.
Este índice es una estimación del porcentaje de la población que no logra cubrir sus requerimientos alimentarios mínimos.
Brasil, Cuba y Uruguay son los países con menor proporción de personas subalimentadas, con menos del 2,5% de la población, un porcentaje que se mantiene igual al menos desde 2010.
Los siguen Argentina, Chile y México, con un porcentaje inferior al 5%.
No obstante en Argentina el número de personas subalimentadas subió del 3,4% al 3,6%, alcanzando el mismo nivel que cinco años atrás.
Al otro extremo de la lista se encuentra de lejos Haití, que bajó de un 48,2% a un 46,8%.
Lo preceden Bolivia, con un 20,2%, Nicaragua, con un 17% y Honduras, con un 14,8%.
La paradoja de Perú
Aunque en años recientes Perú se ha convertido en un ejemplo mundial de reducción de pobreza, según el informe de la FAO y la PAHO esa progresión se estancó en 2014.
Así, de acuerdo a las cifras, el índice de subalimentación entre 2004 y 2006 era del 19,6%.
En 10 años el país logró reducir a la mitad esa cifra, alcanzando un 7,6% en el trienio de 2013-2015.
Pero entre 2014 y 2016 ese número se elevó ligeramente hasta un 7,9%.
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¿Y si comparamos la situación actual con la de hace una década?
A pesar de que 21 países de la región redujeron el índice de subalimentación en el último trienio, si comparamos las cifras actuales con las de hace una década encontramos casos en los que la situación es peor.
Hay cuatro países en América Latina en los que más gente pasa hambre ahora que hace 10 años:
Costa Rica, que pasó de un 5,4 a un 5,6%
El Salvador, que pasó de un 10,7 a un 12,3%
Paraguay, que pasó de un 11,9 a un 12%
Venezuela, que pasó de un 10,5 a un 13%, la mayor diferencia negativa en la región.
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