Al menos 20 personas murieron y más de medio centenar resultaron heridas en la explosión en una toma clandestina de combustible de un ducto de la petrolera estatal mexicana Pemex en el centro del país.
El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, confirmó la explosión, que se produjo en el municipio de Tlahuelipan, cerca de la refinería de Tula.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, lamentó lo ocurrido en su cuenta de la red social Twitter.
"Di instrucciones para que se controle el fuego y se atienda a las víctimas", afirmó el tuit del mandatario.
Mientras, secretario de Seguridad y Protección Alfonso Durazo, anunció que se instaló un comité nacional de emergencias "para atender oportunamente a la población afectada".
Pemex, por su parte, anunció que envió "personal especializado" para controlar el incendio y apoyar "a la población que resultó afectada por este suceso".
El incidente se produce en medio de la arremetida de AMLO contra el robo de combustibles de Pemex, una extendida práctica ilegal conocida como "huachicoleo".
La campaña de AMLO, que calcula que el robo del combustibles le costó al Estado US$3.000 millones el año pasado, provocó escasez de suministro y colas en numerosas gasolineras del país.
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