Por Alfredo Cruz Polanco
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se apresta a dar inicio el próximo mes de octubre a su IX Congreso Ordinario dedicado a uno de sus fundadores, a un paradigma de la honestidad, del decoro y de la pulcritud; un consagrado dirigente polÃtico, auténtico discÃpulo y seguidor de los principios éticos y morales del Profesor Juan Bosch, miembro ad vitam de su comité polÃtico, ex Rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, catedrático universitario y ex candidato a la vicepresidencia de la república, el Dr. José JoaquÃn Bidó Medina.
Consideramos
como un alto honor para la clase polÃtica, para la democracia y para el sistema
polÃtico de nuestro paÃs, por cierto muy cuestionado y desacreditado en estos
momentos, que este magno evento lleve el nombre de una persona de su estatura
polÃtica. Ojalá que todos los que propusieron y apoyaron la escogencia de este
nombre, asà como los miembros que serán escogidos en dicho congreso, tanto para
el comité central, que es la dirección e instancia superior del partido después
del congreso, como para el comité polÃtico, que es el organismo ejecutor de las
decisiones aprobadas por el comité central, actúen coherentemente y continúen
la trayectoria de vida ejemplar de este baluarte del peledeÃsmo.
Esta
decisión la consideramos muy atinada, oportuna y digna de ser aplaudida, pero
antes de dar inicio a un acontecimiento de esta naturaleza, sugerimos que dicho
partido ponga su casa en orden y realice una profilaxis, un mea culpa, un
ejercicio crÃtico y constructivo, celebrando asambleas municipales,
provinciales, nacionales e internacionales, donde se den a conocer los errores
cometidos, los vicios acumulados, actos de indisciplina, las violaciones a los
métodos de trabajos, para procurar asà dar al traste con la inercia de casi 20
años ininterrumpidos, que convirtió a todas sus estructuras polÃticas:
organismos de base, intermedios, municipales, provinciales, central y polÃtico
en disfuncionales, al igual que la mayorÃa de sus secretarÃas.
En
todo ese tiempo esos organismos no fueron reestructurados, manteniendo los
mismos miembros, aún hayan algunos que cometieran faltas graves, actos de
indisciplina y una demostrada incapacidad, como si fueran una dinastÃa. A penas
se les han hecho parches y aumento de su membresÃa. Esto constituye una violación
a sus propios estatutos y un ejercicio antidemocrático, pues no se le brinda la
oportunidad al liderazgo emergente, sobre todo, a los que tienen méritos más
que suficientes para ser tomados en cuenta, por haber demostrado durante todo
su accionar polÃtico, capacidad, honestidad, vocación de servicios, disciplina,
participación activa y sin nunca verse involucrado en escándalos públicos
cuando les ha correspondido desempeñar distintas funciones en el Estado.
Se
ha enarbolado el argumento de que con el comité polÃtico actual el PLD ganó
cinco elecciones consecutivas, que no deja de tener razón, pero hay que
reconocer que las mismas se ganaron principalmente por la realización de una
buena gestión de sus gobiernos, pues en todo ese tiempo este partido fue
convertido, única y exclusivamente, en una maquinaria electoral, descuidando la
formación polÃtica, la disciplina, la educación, los principios morales y
patrióticos, desvinculándose totalmente de las organizaciones sociales,
aislándose de los acontecimientos nacionales e internacionales que involucraban
al paÃs.
Independientemente
del buen desempeño electoral, todas sus estructuras polÃticas pasaron a formar
parte del gobierno central. Llegó un momento que en el partido no habÃa quien
le pusiera el cascabel al gato, es decir, quien pudiera tomar decisiones y
aplicar la disciplina interna, pues su presidente era también presidente de la
república y su secretario general era el presidente del senado de la república
y no se designaron sustitutos.
Eso
no fue lo que este partido puso en prácticas desde que fue concebido por el
prócer, maestro de la polÃtica, gloria de las letras de América y lÃder ad
vitam, el Profesor Juan Boch, quien lo calificó como “Un Partido único en
nuestra América”. Continuará.
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