Causas y síntomas de la otitis del nadador - Prensa Dominicana

martes, 20 de octubre de 2020

Causas y síntomas de la otitis del nadador


La otitis del nadador es un concepto utilizado para designar a una infección en el conducto auditivo externo (otitis externa), que va desde el tímpano hasta la desembocadura del oído en el exterior. Es necesario diferenciar este cuadro clínico de una otitis interna.

Esta segunda patología es mucho más incapacitante, pues puede complicar los centros del equilibrio. Así pues, la otitis del nadador es la cara más amable de la moneda. A pesar de que pueda cursar con diferente gravedad, suele ser de abordaje sencillo.

¿Qué es la otitis del nadador y cómo se distribuye?

Como ya hemos dicho, la otitis del nadador se puede definir como una inflamación, irritación o infección del conducto auditivo externo. Según estudios clínicos, esta patología es de presentación muy común. Algunos datos que respaldan esta afirmación son los siguientes:

Es una enfermedad de alta incidencia —número de casos nuevos en una población y tiempo dados—. Se calcula que hasta el 10 % de las personas la sufren en algún momento de su vida.

Es más frecuente entre niños de 5 y 12 años de edad.

El grupo de riesgo más obvio, como su propio nombre indica, son los nadadores. Estos tienen hasta cinco veces más probabilidades de desarrollar otitis externa en algún momento.

En condiciones normales, el cerumen es una eficaz barrera protectora del conducto auditivo.  Es una sustancia oleosa, tiene un pH levemente ácido y, según investigaciones, posee características antibacterianas.

La naturaleza lipídica del cerumen puede verse comprometida por la entrada de agentes extraños, como puede ser el agua clorada de las piscinas. Esto favorece la aparición de microorganismos comensales y patógenos. Las bacterias más comunes en los eventos de otitis del nadador son Staphylococcus aureus y Pseudomona aeruginosa.

La otitis del nadador toma la zona externa del oído, en el conducto que comunica con el exterior.

¿Qué la causa?

Más allá del mecanismo fisiológico que predispone a una debilidad, existen diversos motivos por los que se puede desarrollar el oído de nadador. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos nos especifica los siguientes:

Nadar en aguas sucias o estar en contacto con ambientes húmedos por tiempos prolongados favorece la aparición de bacterias patógenas en el oído.

Estos eventos también pueden predisponer al desarrollo de hongos, si bien la otitis del nadador por estos agentes es mucho menos común.

Tener atascado algo dentro del oído.

Como consecuencia de un resfriado, gripe u otra infección vírica que ha generado una otitis interna previa.

El oído de nadador crónico puede darse por reacciones alérgicas o problemas de la piel, como la psoriasis.

Para saber más: ¿Es la otitis contagiosa?

Síntomas de la otitis del nadador

Como podremos imaginar, el oído de nadador provoca malestar en la parte externa del conducto auditivo. Portales como la Clínica Mayo nos arrojan los siguientes síntomas típicos:

Comezón en el canal auditivo.

Enrojecimiento del oído.

Molestia leve que empeora al tirar del oído.

Secreción de líquido claro y sin olor.

Estos son los signos iniciales, aunque pueden aparecer otros a lo largo de la infección que denotan una mayor gravedad del cuadro clínico. Por ejemplo, en estadios más avanzados, el paciente puede experimentar dificultades para escuchar por el oído afectado, un drenaje excesivo de líquido, fiebre o hinchazón de los ganglios linfáticos del cuello.

Diagnóstico

Portales médicos como MSDmanuals nos muestran las dos pruebas diagnósticas para detectar una otitis de nadador:

Exploración médica del canal auditivo: un otoscopio permite al especialista observar el grado de inflamación y descamación del oído externo.

Cultivo bacteriano de una muestra del canal auditivo: mediante un bastoncillo o hisopo se puede obtener una muestra del material infectado y cultivarla. Esto permite identificar a la bacteria específica causante.

Cabe destacar que el especialista también descartará una posible obstrucción o daño en el tímpano. Si el motivo de la otitis de nadador es por un desequilibrio de esta índole, el tratamiento será diferente a, por ejemplo, una infección bacteriana.

Tratamiento médico de la otitis del nadador

Kidshealth hace referencia a algunos tratamientos posibles para el abordaje de la patología, si bien lo correcto es siempre obtenerlos de primera mano por parte de un médico.

En primer lugar, se pretenden eliminar los desechos infectados del canal auditivo, con la intención de mantenerlo seco y lo más aséptico posible. Una vez limpiada e higienizada el área infectada, se pueden recurrir a diversos fármacos, según la gravedad del cuadro clínico:

En general, son útiles las aplicaciones de gotas en el oído con vinagre y corticoides. Este tratamiento se aplica varias veces al día en el intervalo de una semana.

Se puede recurrir a gotas más específicas con antibióticos.

Si la infección se ha derivado de otra en el oído medio, se emplean antibióticos orales.

Se pueden recetar analgésicos para prevenir el dolor y la inflamación.

Complicaciones y emergencias

Como cualquier otra infección bacteriana o fúngica, existe la potencialidad de que esta se disemine a otros tejidos. En pacientes inmunodeprimidos —como diabéticos o ancianos— hay que tener especial cuidado con este tipo de eventos.

En los casos más graves se pueden ver comprometidos los huesos del oído y otras estructuras internas, lo que se traduce en un dolor severo y en una capacidad auditiva muy reducida. Ante la presencia de fiebre, la visita al médico debe ser inmediata. Esto denota que la infección se está expandiendo.

Condición crónica

Como ya hemos dicho, la otitis del nadador puede presentarse en una variante crónica. En general, fuentes ya citadas reseñan que esta inflamación del conducto externo se produce por alergias o dermatitis.

En estos casos, el paciente debe conocer el agente causal de su malestar prolongado en el tiempo. Además, algunos de los tratamientos ya nombrados pueden ser recetados durante largos periodos, superando las dosis habituales de 7 o 14 días de antibióticos que se prescriben en la forma aguda.

Prevención en casa de la otitis del nadador

Prevenir una afección con un origen multifactorial en el hogar puede ser difícil. Si bien es aconsejable limpiar bien los oídos tras un baño o aplicar una solución que sea mitad de alcohol y mitad de vinagre tras una incursión acuática, esto no nos libra de la posible infección.

Es necesario recalcar que la otitis de nadador también puede producirse por daños mecánicos en el oído, infecciones víricas del oído medio que se extienden o reacciones alérgicas, entre otras muchas causas. Por ello, la mejor prevención será acudir al médico cuanto antes se presenten los signos.

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Actuar rápido frente a la otitis del nadador

Como hemos podido ver, una de las causas más comunes de la otitis del nadador es, como su propio nombre indica, la exposición al agua. Aún así, existen otras muchas patologías que pueden desembocar en ella.

Por todos estos motivos, ante un malestar auditivo por más de unas horas, ir al médico se hace esencial. Ante las infecciones no hay excusas que valgan, pues cada hora que no se trata al paciente se multiplican las posibilidades de que las bacterias se diseminen a otros tejidos. Además, un simple abordaje puede resolver en mínimos días esta patología.

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