SANTO DOMINGO.- El equipo técnico del expresidente Danilo
Medina dio respuesta a los señalamientos del presidente Luis Abinader en su
discurso del pasado jueves, en el que acusó al exmandatario y al Partido de la
Liberación Dominicana (PLD) de haberle entregado un país en quiebra.
En rueda de prensa en El Hotel Embajador, el exministro de Economía Ariel Jiménez calificó de «contradictoria» la alocución de Abinader y destacó el crecimiento económico que experimentó el país durante la gestión de Medina.
Asimismo,
advirtió que el ritmo de endeudamiento que lleva el gobierno de Abinader en dos
o tres años superará al de los ochos años de la gestión de Medina.
Recordó
que entre 2012 y 2019, cuando Medina fue mandatario, el país experimentó un
crecimiento promedio del 6%, el más alto de América Latina y el mayor de
República Dominicana en los últimos 40 años. «Además, la pobreza bajó casi un
19% y la pobreza extrama, que antes era de casi 10 por cada 100 personas,
descendió a 3 de cada 100», subrayó.
Aseguró
que los gobiernos del PLD han garantizado bienestar y estabilidad a la
República Dominicana, contrario a lo que ocurrió en los años 2003 y 1985,
cuando gobernaba el Partido Revolucionario Dominicano.
Texto íntegro
Jiménez
leyó un documento cuyo texto íntegro es el siguiente:
«Como
equipo técnico que estuvo a cargo de la conducción de la economía y el diseño
de las políticas económicas del gobierno del Ex Presidente Danilo Medina, hemos
convocado este encuentro con la prensa para aclarar varios aspectos, en algunos
casos imprecisiones, en otros casos argumentos erróneos, que fueron expresados
en el discurso del pasado jueves.
A
nuestro parecer, el Gobierno cometió un error al presentar un presupuesto que
hasta tenía impuestos al salario de navidad y, frente a eso, no vale escudarse
en la crisis, ni hacer uso de ambigüedades ni, por supuesto, tratar de
desacreditar a otros para salvar la cara.
Obviamente,
se buscó la salida fácil de criticar a la anterior gestión, en un intento de
cambiar el foco de la discusión.
Durante
este encuentro nos vamos a limitar a señalar algunos errores e imprecisiones
que tuvo ese discurso desde el punto de vista económico.
Para
iniciar, cuando se afirma que la pandemia no es la única culpable de la crisis,
sino que “durante años el gobierno fue instrumento de corporación partidaria” y
que eso ha producido la crisis, al parecer se desconoce que en el período
2012-2019 el país tuvo un crecimiento del PIB del 6%, el más alto de toda la
región de América Latina y el más alto del país en los últimos 40 años, con la
inflación más baja de toda la historia, apenas un 2.7% en promedio.
También
se desconoce cómo en el período 2012-2019 la pobreza bajó un 18.7%, pues, en
2012, 40 de cada 100 dominicanos eran pobres, mientras que a final de 2019 se
llega a un mínimo histórico de solo 20 de cada 100 dominicanos, mientras que la
pobreza extrema bajó de casi 10 de cada 100 dominicanos a su mínimo histórico
de 3 de cada 100 en 2019, y eso por un aumento de los salarios reales de 33.1%,
entre otras cosas por la creación de 889,986 empleos netos.
Nos
permitimos recordar que los gobiernos que sí han traído crisis económica,
aumentos de precios fuera de control, devaluación, desempleo generalizado y
aumento de la pobreza han sido los gobiernos de 1985 y 2003.
Se
dijo que no había dinero para pago de nómina el día de ellos llegar el 16 de
agosto. Pero el gobierno paga nómina entre el 23 y el 25 de cada mes, con los
recursos provenientes del ingreso por pago del ITBIS que ocurre los días 20 y
21 de cada mes.
Destacamos
que como medida de precaución se dejó habilitada a las nuevas autoridades una
línea de crédito con el Banco de Reservas con un balance disponible de 19,000
millones de pesos aprobados en la Ley de Presupuesto, para que fuera utilizada
en caso de algún faltante de liquidez hasta tanto se iniciaran los desembolsos
de los organismos internacionales cuyos préstamos ya se habían negociado y solo
estaban a la espera de aprobación congresional.
Es
más, el pasado equipo económico fue más allá y, previendo que siguiera cayendo
los ingresos del gobierno por efectos de la pandemia, dejó unos 1,100 millones
de dólares negociados con organismos internacionales, disponibles para ser
utilizados por la nueva administración. Ese monto se desglosa de la siguiente manera:
750 millones de dólares provenientes del BID, de los cuales 500 millones fueron
recientemente aprobados por el Congreso Nacional, 250 millones de dólares a ser
desembolsados por la Agencia Francesa de Desarrollo y 100 millones de dólares
provenientes del Banco Mundial.
Adicionalmente,
se dejaron unos 14,000 millones de pesos en bonos listos para ser colocados en
el mercado interno.
Por
otro lado, se afirmó que se asumió el gobierno con una presión en la tasa del
dólar.
Es
erronea la mención de las presiones cambiarias y la caída en las reservas
internacionales, sin aclarar que fueron resultado de la caída en el turismo,
las remesas y las exportaciones de zonas francas provocada por la pandemia.
Otra
imprecisión más: si vemos los datos de la tasa de cambio, que cualquier
ciudadano puede consultar en la página del Banco Central, se ve que desde
inicios de julio al 14 de agosto el tipo de cambio de compra apenas aumentó 16
centavos. ¿Cómo puede llamar presión en la tasa del dólar a un aumento de 16
centavos en mes y medio?
De
igual forma, se habla de escasez de reservas y de divisas, pero al parecer el
equipo que trabajó el discurso no vio los datos de operaciones netas de divisas
en mercado financiero y cambiario, que muestra que en el mes de agosto hubo operaciones
netas por 1,989.5 millones de dólares en compra, el monto más alto desde que
inició la pandemia.
Al
hablar de reservas internacionales, en la gestión que inició el 16 de agosto se
han aumentado las reservas internacionales brutas en un 58%. Por supuesto, eso
es simplemente el efecto de la colocación de 3,800 millones en bonos soberanos,
que están temporalmente en cuentas del Banco Central. Tan pronto se transfieran
a Hacienda en pesos, se disipará este efecto estadístico temporal.
Lo
que su equipo olvidó incluir en el discurso es que en febrero del presente año,
a los inicios de la pandemia, las reservas internacionales netas del Banco
Central superaban los 9,863 millones de dólares. Esa acumulación de reservas se
registró en los años de gobierno del PLD lo cual permitió manejar la crisis sin
un descontrol del tipo de cambio y sin afectar la liquidez en moneda extranjera
del sector privado y la banca local.
Y
esto no solo lo decimos nosotros, lo dice el actual Ministerio de Hacienda
cuando en el documento para emitir bonos elaborado el 17 de septiembre por el
actual gobierno, llamado “Offering Memorandum”, que cualquiera puede consultar,
dice en la página 20 que el crecimiento promedio de la economía entre 2015-2019
ha sido de 6.1%, o cuando dice en la página 41 que el aumento en el PIB per
cápita y el ingreso per cápita se debe al crecimiento económico y la mejora en
los niveles de empleo entre 2015-2019.
En
este documento el actual Ministerio de Hacienda reconoce en la página 62 que el
desempleo ha caído de 7.5% en 2015 a 5.9% en 2019, alcanzando un mínimo
histórico de 5.1% en 2017. Dice también que el incremento en la participación
de la fuerza laboral se debe principalmente al crecimiento de la economía
dominicana.
Es
este Ministerio de Hacienda el que expresa textualmente en la página 64 que
entre 2015 y 2019 la pobreza se redujo considerablemente, y que entre los
factores que explican la reducción de la pobreza está el apoyo gubernamental a
las MIPYMEs y la política de inversión pública de construcción de escuelas.
Otra
contradicción que tiene el discurso con el Ministerio de Hacienda, en el
documento de Offering Memorandum, es que resalta en la página 94 que la
acumulación de reservas entre 2015 y 2019 permitió pasar de tener reservas
internacionales equivalentes a 3.7 meses de importaciones a 6.3 meses.
Entonces,
¿cómo se puede decir que el PLD manejó mal la economía, si el Ministerio de
Hacienda tiene escrito y publicado un documento que elogia ampliamente el
manejo económico del gobierno pasado y describe un país en franca expansión
económica hasta el inicio de la pandemia?
Ante
esta contradicción, ¿qué podemos pensar?
En
lugar de esconder el cúmulo de errores cometidos en apenas semanas de gobierno,
deberían aclarar las siguientes imprecisiones del presupuesto presentado para
2021.
El
gobierno debe explicar cuáles son las medidas que adoptará para cumplir con el
aumento en los ingresos de más de un 15% respecto al 2020, cuando todavía el
próximo año la economía estará afectada por efectos del COVID19. Nunca antes,
ni aún en los mejores años de gobierno, se ha verificado un incremento de tal
magnitud en las recaudaciones en ausencia de una reforma fiscal.
Claramente,
hay una sobreestimación de los ingresos, que desde ya anticipamos que llevará
al gobierno a presentar un presupuesto complementario el próximo año para
reconocer que los ingresos han quedado por debajo, y emitir más deuda.
Por
cierto, es importante señalar que el nuevo gobierno que preside el licenciado
Abinader, lleva una trayectoria de endeudamiento que en dos o tres años habrá
superado el monto total de la deuda contratada por el gobierno del presidente
Medina en sus ocho años de gestión.
Este
ritmo de endeudamiento desmiente de forma rotunda la afirmación de la presente
administración de que se ahorraría más de 150,000 millones de pesos del gasto
dispendioso del pasado gobierno.
Finalmente
y más allá de lo dicho en el discurso, preocupa lo que no dijo y que,
entendemos la ciudadanía merece se le explique. Por ejemplo:
Qué
quiere decir cuando se refiere a no habrá nuevos impuestos pero en otro momento
afirma que sí “se aumentarán las recaudaciones fiscales por encima de la
estimación base y se potenciará la venta de activos”.
¿Significa
esto que no habrá impuestos nuevos pero sí se subirán los que ya existen?
¿Significa
esto que se privatizarán bienes públicos?
Si
es así, debería explicarse cuales impuestos se van a subir y qué bienes se van
a privatizar.
El
gobierno debería explicar qué negociaciones han hecho para vender activos del
gobierno que les permiten estimar que tendrán ingresos de capital por más de 89
mil millones de pesos en 2021.
¿Qué
activos públicos van a privatizar? ¿A quiénes? ¿A qué precio? ¿Y mediante qué
procesos?
Un
gobierno transparente debería explicar claramente a la ciudadanía bajo qué
condiciones pretende vender el patrimonio de los dominicanos.
Otro
tema sobre el que no se ha explicado suficiente es el acuerdo con la Barrick.
La población merece saber, al menos, qué tasa de descuento negociaron para el
adelanto de impuestos, cuántos años van a ser adelantados y qué precio del oro
se usó en las proyecciones.
Es
importante aclarar que un adelanto del pago de impuestos es igual a colocar
deuda, con la diferencia que la colocación de deuda se hace de forma
competitiva y transparente, siempre con aprobación congresual. Lo que ha hecho
el gobierno, en cambio, es un acuerdo que se desconocen sus detalles, de
espaldas a la sociedad, a las demás fuerzas políticas y a los controles
parlamentarios.
Sería
conveniente que se explicara al país la razón del aumento en el gasto de nómina
del Poder Ejecutivo por 68.1 millones de pesos en el presupuesto del 2021 con
relación al de 2020, si tanto se hablaba de que el gobierno pasado tenía una
nómina abultada. Por ejemplo, solo en Cancillería se contempla un aumento de la
nómina de 402 millones de pesos.
Otro
tema a explicar, por qué le ponen partidas presupuestarias a OISOE, CEA y
FONPER por más de 11 mil millones de pesos, si supuestamente serían eliminadas.
Como
propuesta de mejoría del gasto, se propone eliminación de los gastos de
representación del presidente. Pero el presidente Danilo Medina nunca tuvo asignados
gastos de representación ni tarjeta de crédito, ni viáticos.
Por
último, ante tantas imprecisiones, a quién le creemos? Al discurso político
para los dominicanos, o al discurso técnico del Ministerio de Hacienda para los
inversionistas internacionales? Claramente, son discursos contradictorios.
Por
nuestra parte, desde distintas instancias nos mantendremos vigilantes al manejo
de las políticas públicas, haciendo una oposición constructiva y objetiva. Esa
oposición que ayuda al contrapeso del poder como garantía de la democracia, y
que muchas veces tiene que salir a aclarar y mostrar la verdad.
Este
equipo técnico reafirma su compromiso de participar en el debate público con
argumentos objetivos, con estadísticas y propuestas de políticas públicas basadas
en evidencia, pues de esa forma entendemos se colabora con el manejo de la
crisis y con el fortalecimiento de la democracia».
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