Según un nuevo estudio, alrededor del 15% de los hombres y 34% de las mujeres dicen no estar realmente interesados en el sexo, estadísticas que pocos expertos encuentran sorprendentes. De hecho, el bajo deseo en un miembro de la pareja es quizás la razón principal por la que las parejas buscan terapia sexual.
Cuando uno tiene más interés en el sexo que el otro, es fácil que la persona con mayor deseo sexual se sienta rechazada, lastimada y no deseada, y en contraparte, la persona que evita el
sexo siente presión, ansiedad y culpa.
"En los hombres, a menudo es la apariencia de desinterés y no tanto la pérdida real de interés", dijo la terapeuta sexual Deborah Fox. "Los hombres evitan el sexo frecuentemente debido a problemas de desempeño en el pasado, como problemas de erección o eyaculación. Es posible que lo eviten para escapar de la ansiedad de que estos problemas se repitan". En las mujeres, los factores hormonales y el cansancio pueden contribuir a una baja libido.
Y a veces, la vida solo se interpone en el camino. "En mi práctica, veo mucha disminución del deseo debido al interés en el porno, el aburrimiento de la misma rutina sexual, la comodidad de la monogamia y la seguridad de la relación, y la falta de tiempo de pareja debido a que centran en la crianza de los hijos", dijo la terapeuta sexual Amanda Pasciucco.
Estas son otras cosas a considerar cuando tú y tu pareja tienen deseos sexuales no coincidentes.
La irritabilidad y el enojo no ayudan. Si te estás preguntando por qué tu pareja no está interesada en el sexo, pregunta desde la curiosidad, sugirió la terapeuta sexual Holly Richmond. "En vez de decir: ‘Me frustra tanto que nunca tengamos relaciones. ¿Qué está pasando contigo?’, intenta formularlo como ‘Tengo curiosidad por saber por qué tenemos menos sexo que antes. ¿Hay algo que necesites de mí?’ Abre una ventana de oportunidad para la comunicación en lugar de cerrar la puerta con la crítica".
Tal vez debas dejar de hablar de ello. A veces, el tema de no tener relaciones sexuales se vuelve tan tenso que es necesario empezar desde cero, con simples caricias que se sienten bien, pero no tienen que conducir al sexo. "Le pedí a una pareja que estuviera en la misma habitación al mismo tiempo durante una hora por lo menos dos veces por semana", dijo Terri Vanderlinde, terapeuta sexual. "Durante ese tiempo, les pido que hagan algo divertido e íntimo, como jugar un juego o leer un libro juntos".
Las parejas pueden conectarse durante esta ventana de tiempo, pero debe haber una regla de no tener relaciones sexuales. Algunas parejas se centrarán en tocarse arriba de la cintura, tomar una ducha sensual juntos o darse masajes. También debes pensar en maneras de estimular tu cerebro erótico. Pueden ver porno ético juntos, leer literatura erótica, compartir una fantasía o incluso recordar el ardiente sexo que solían tener.
El coito no siempre es el destino. Para la mayoría de nosotros, el coito es a menudo el plato principal en el menú del sexo. El sexo oral, la estimulación manual y otras formas de caricias y estimulación directa del clítoris se relegan a aperitivos opcionales. Sin embargo, estudios recientes demuestran que la mayoría de las mujeres prefieren un alto grado de estimulación del clítoris para llegar al clímax, y priorizar ese sexo sin penetración te permite descubrir nuevos caminos al placer.
Solo hazlo. Es importante recordar que el deseo sexual cambia en las relaciones a largo plazo. Al principio, el sexo suele ser más espontáneo, y las señales como una mirada o el tacto de tu pareja hacen que te excites más rápidamente. Pero con el tiempo, el deseo espontáneo a menudo evoluciona hacia el deseo responsivo, que emerge en respuesta al placer. En otras palabras, es posible que no comiences con deseo sexual, sino con la voluntad de generarlo.
"A veces, tenemos que hacer un esfuerzo consciente para intimar con nuestra pareja. Si nos sentamos y esperamos a que nos apetezca, puede que nunca suceda", explicó la terapeuta sexual Rachel Needle. "Inténtalo, incluso si no estás de humor. Es probable que lo disfrutes una vez que lo inicies".
El terapeuta sexual Michael A. Vigorito coincide. "Programar sexo semanal puede ser útil", dijo. "Saber que el sexo va a ocurrir puede ayudar a que el compañero con bajo deseo se prepare, como probablemente lo hacía cuando estaban saliendo. Y también puede ayudar a reducir la ansiedad del compañero con alto deseo acerca de la próxima vez que tendrán relaciones sexuales".
Recuerda, si tú estás interesado en el sexo y tu pareja no, piensa en tu interés como un recurso valioso. Sin él, sin tu motivación para tener relaciones sexuales, es fácil quedarse atrapado en la rutina. Así que no te des por vencido, solo reorienta tus esfuerzos.
Cuando uno tiene más interés en el sexo que el otro, es fácil que la persona con mayor deseo sexual se sienta rechazada, lastimada y no deseada, y en contraparte, la persona que evita el
sexo siente presión, ansiedad y culpa.
"En los hombres, a menudo es la apariencia de desinterés y no tanto la pérdida real de interés", dijo la terapeuta sexual Deborah Fox. "Los hombres evitan el sexo frecuentemente debido a problemas de desempeño en el pasado, como problemas de erección o eyaculación. Es posible que lo eviten para escapar de la ansiedad de que estos problemas se repitan". En las mujeres, los factores hormonales y el cansancio pueden contribuir a una baja libido.
Y a veces, la vida solo se interpone en el camino. "En mi práctica, veo mucha disminución del deseo debido al interés en el porno, el aburrimiento de la misma rutina sexual, la comodidad de la monogamia y la seguridad de la relación, y la falta de tiempo de pareja debido a que centran en la crianza de los hijos", dijo la terapeuta sexual Amanda Pasciucco.
Estas son otras cosas a considerar cuando tú y tu pareja tienen deseos sexuales no coincidentes.
La irritabilidad y el enojo no ayudan. Si te estás preguntando por qué tu pareja no está interesada en el sexo, pregunta desde la curiosidad, sugirió la terapeuta sexual Holly Richmond. "En vez de decir: ‘Me frustra tanto que nunca tengamos relaciones. ¿Qué está pasando contigo?’, intenta formularlo como ‘Tengo curiosidad por saber por qué tenemos menos sexo que antes. ¿Hay algo que necesites de mí?’ Abre una ventana de oportunidad para la comunicación en lugar de cerrar la puerta con la crítica".
Tal vez debas dejar de hablar de ello. A veces, el tema de no tener relaciones sexuales se vuelve tan tenso que es necesario empezar desde cero, con simples caricias que se sienten bien, pero no tienen que conducir al sexo. "Le pedí a una pareja que estuviera en la misma habitación al mismo tiempo durante una hora por lo menos dos veces por semana", dijo Terri Vanderlinde, terapeuta sexual. "Durante ese tiempo, les pido que hagan algo divertido e íntimo, como jugar un juego o leer un libro juntos".
Las parejas pueden conectarse durante esta ventana de tiempo, pero debe haber una regla de no tener relaciones sexuales. Algunas parejas se centrarán en tocarse arriba de la cintura, tomar una ducha sensual juntos o darse masajes. También debes pensar en maneras de estimular tu cerebro erótico. Pueden ver porno ético juntos, leer literatura erótica, compartir una fantasía o incluso recordar el ardiente sexo que solían tener.
El coito no siempre es el destino. Para la mayoría de nosotros, el coito es a menudo el plato principal en el menú del sexo. El sexo oral, la estimulación manual y otras formas de caricias y estimulación directa del clítoris se relegan a aperitivos opcionales. Sin embargo, estudios recientes demuestran que la mayoría de las mujeres prefieren un alto grado de estimulación del clítoris para llegar al clímax, y priorizar ese sexo sin penetración te permite descubrir nuevos caminos al placer.
Solo hazlo. Es importante recordar que el deseo sexual cambia en las relaciones a largo plazo. Al principio, el sexo suele ser más espontáneo, y las señales como una mirada o el tacto de tu pareja hacen que te excites más rápidamente. Pero con el tiempo, el deseo espontáneo a menudo evoluciona hacia el deseo responsivo, que emerge en respuesta al placer. En otras palabras, es posible que no comiences con deseo sexual, sino con la voluntad de generarlo.
"A veces, tenemos que hacer un esfuerzo consciente para intimar con nuestra pareja. Si nos sentamos y esperamos a que nos apetezca, puede que nunca suceda", explicó la terapeuta sexual Rachel Needle. "Inténtalo, incluso si no estás de humor. Es probable que lo disfrutes una vez que lo inicies".
El terapeuta sexual Michael A. Vigorito coincide. "Programar sexo semanal puede ser útil", dijo. "Saber que el sexo va a ocurrir puede ayudar a que el compañero con bajo deseo se prepare, como probablemente lo hacía cuando estaban saliendo. Y también puede ayudar a reducir la ansiedad del compañero con alto deseo acerca de la próxima vez que tendrán relaciones sexuales".
Recuerda, si tú estás interesado en el sexo y tu pareja no, piensa en tu interés como un recurso valioso. Sin él, sin tu motivación para tener relaciones sexuales, es fácil quedarse atrapado en la rutina. Así que no te des por vencido, solo reorienta tus esfuerzos.
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