SANTO DOMINGO. Más presencia en los puestos dirigenciales y una medalla olímpica, son dos grandes retos que tiene la mujer dominicana.
La celebración del día Internacional de la Mujer en República Dominicana encuentra esos dos puntos con resultados un poco pálidos.
La Carta de las Naciones Unidas firmada en 1945, detalla la institución fue el primer acuerdo internacional para afirmar el principio de igualdad entre mujeres y hombres.
A nivel del movimiento olímpico en República Dominicana ha quedado claro el interés por que la mujer se integre en el aspecto dirigencial. Pero en el fondo queda claro que ningún escaño será regalado y la única forma es que sea ganado. De momento, sólo Dulce María Piña es la única mujer con un puesto en el comité ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano. Antes lo ocupó Bárbara Hernández, quien incluso se convirtió en la primera mujer que sirve como jefa de misión, puesto que desempeñó para los Juegos Olímpicos de la Juventud, Nankin-2014.
Para 2016, según la página Nosotras Jugamos, Daina Gudzinevičiūtė, de Lituania (aún hoy día) y Stefka Kostadinova, de Bulgaria (cesante) eran las únicas presidentas entre 50 países de comités olímpicos nacionales de Europa. Más cercana, está Puerto Rico, que tiene en Sara Rosario a una presidenta, algo lejano aun para República Dominicana. Y si se habla de federaciones internacionales, la española María de la Soledad Casado Estupiñán (triatlón) y la escosesa Kate Caithness (curling), son conocidas como las únicas dirigentes con puesos a ese nivel.
A nivel local Irina López (vela) es la única presidenta de una federación, de paso la única mujer que dirige una selección, es Teresa Durán, en este caso la de baloncesto femenino. La realidad permite ver el interés por ocupar puestos dirigenciales, así como la formación, dos factores en los que falla el país.
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