La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, dijo el lunes que era “muy probable” que Rusia fuera la responsable del intento de asesinato del exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia en la ciudad inglesa de Salisbury el pasado fin de semana.
Pronunciando una enérgica declaración en la Cámara de los Comunes, May dijo que el gas "de nivel militar" usado en el ataque al agente había sido identificado como Novichok, una sustancia desarrollada en Rusia.
May dijo que el embajador de Rusia ha sido convocado al Ministerio de Exteriores de Gran Bretaña para explicar si el ataque fue “una acción directa del estado ruso”, o el resultado de que el gobierno del país “perdió el control" de sus agentes neurotóxicos.
"Si no hay una respuesta creíble, concluiremos que esta acción equivale a un uso ilegal de la fuerza por parte del Estado ruso contra el Reino Unido", dijo May.
"Este intento de asesinato utilizando un agente neurotóxico de grado armamentístico en una ciudad británica no fue solo un crimen contra los Skripals. Fue un acto indiscriminado e imprudente contra Reino Unido, poniendo en peligro la vida de civiles inocentes. Y no toleraremos un intento tan descarado de asesinar civiles inocentes en nuestro suelo", continuó la primera ministra.
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, desestimó los comentarios de May y dijo a CNN: "Este es un espectáculo de circo en el Parlamento británico".
"La conclusión es obvia", continuó. "Esta es otra campaña de información y política basada en la provocación".
"Antes de componer nuevos cuentos de hadas, que alguien en Reino Unido te cuente cómo terminaron los anteriores sobre Litvinenko, Berezovsky, Perepilichny y muchos otros", dijo, refiriéndose a otros rusos que murieron en circunstancias misteriosas en el Reino Unido.
May: El ataque fue una agresión estatal rusa
Los Skripals, que las autoridades consideraron como blanco deliberado, fueron encontrados desplomados en un banco cerca de un centro comercial en Salisbury hace ocho días.
Sergei Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, permanecen en estado crítico en el hospital. Un oficial de policía que entró en contacto con el agente neurotóxico, el detective sargento Nick Bailey, permanece hospitalizado en estado grave, pero ha estado hablando con sus visitantes.
La relación entre Gran Bretaña y Rusia ha sido díscola desde el asesinato del exespía ruso Alexander Litvinenko en 2006, pero este último episodio lo hundirá aún más en el abismo.
Una investigación británica descubrió que dos agentes rusos envenenaron a Litvinenko en un bar de un hotel de Londres en 2006 agregando a su té polonio-210, altamente radiactivo, y que el presidente ruso Vladimir Putin "probablemente aprobó" el asesinato de Litvinenko. El Kremlin siempre ha negado la acusación.
Ambos países han reconocido el deterioro de las relaciones, y el secretario de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, admitió en diciembre que "no era un secreto" que la relación entre Rusia y Reino Unido estaba en un "punto muy bajo".
Es poco probable que esas relaciones mejoren a raíz de la declaración de May, en la que dijo que el ataque en Salisbury había tenido lugar "en un contexto de un patrón bien establecido de agresión estatal rusa".
"La anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia fue la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que una nación soberana ha tomado territorio por la fuerza de otro en Europa", dijo May.
"Rusia ha fomentado el conflicto en Donbas (Ucrania), ha violado repetidamente el espacio aéreo nacional de varios países europeos y ha montado una campaña sostenida de ciberespionaje e interrupción. Esto ha incluido entrometerse en las elecciones y hackear el ministerio de Defensa danés y el Bundestag, entre muchos otros", agregó May, refiriéndose al Parlamento de Alemania.
La declaración de May se produjo después de una reunión del Consejo de Seguridad Nacional de Gran Bretaña para discutir la investigación, y se produjo después de que las autoridades de salud pública del Reino Unido advirtieron de que cientos de personas podrían haber sido afectadas por el ataque. Se detectaron rastros del agente neurotóxico en la sucursal de Salisbury del restaurante italiano Zizzi y en el pub The Mill.
Hablando con los reporteros el domingo, la directora médica de Inglaterra, Sally Davies, instó a los clientes que visitaron el lugar el mismo día que Sergei Skripal a que lavaran sus ropas y todas las posesiones que tenían con ellos en ese momento.
El anuncio sigue al despliegue el viernes de un personal militar adicional de 180 personas para ayudar a la policía a investigar varios sitios en medio de preocupaciones por contaminación potencial.
Hasta ahora, la policía ha identificado a más de 200 testigos y 240 pruebas en el intento de asesinato, dijo el sábado el secretario del Interior del Reino Unido, Amber Rudd.
Emma Burrows, de CNN en Moscú, contribuyó
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