La realidad es aplastante, la infancia actual está conectada a la tecnología. El problema suele llegar cuando esa conexión es incontrolada y ocupa todo el tiempo de ocio de nuestros hijos e hijas.
En 'Vivir Para Ver' hemos querido saber cómo afecta la sobreestimulación de los más jóvenes en su desarrollo y el aprendizaje de otras habilidades. Estar continuamente expuesto constantemente a demasiados estímulos tiene entre otras consecuencias importantes, como pueda ser el hecho de que todo lo demás les resulte aburrido, no desarrollen su imaginación y no consigan concentrarse en nada durante mucho tiempo.
Estudios recientes aseguran que muchos menores de entre dos y cinco años tienen más habilidades para usar ordenadores, smartphones y navegar por internet que para nadar, abrocharse un botón, cerrarse el abrigo o andar en bicicleta.
El problema es cuando los adultos también abusamos de los dispositivos, no conseguimos tiempo para dedicárselo y somo un espejo en el que ellos y ellas se miran. El proceso de aprendizaje del manejo de las tecnologías no es fácil, pero puede ser un buen objetivo para esta vacaciones de verano.
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