Los que le dan seguimiento a mis escritos no están en ignorancia al saber que solo escribo una vez por semana. Dicho estilo tiene por finalidad agrandar el intersticio de tiempo para la lectura y comprensión de los análisis que público.
Sin embargo me causó mucho sobresalto el tahúr de expresiones expuestas a través de la red social de Facebook por el tres (3) veces Senador de la República en ¿Representación? de la Provincia de Montecristi, Heinz Vieluf Cabrera, donde de forma, a mi entender, desdeñosa echa a un lado a los aliados polÃticos del PLD, que en innúmeras ocasiones han colaborado para las victorias moradas en ésta y otras demarcaciones.
Una de las reglas que sirve para la descomposición de los partidos es su desconexión con las bases de la agrupación polÃtica (como efectivamente ha pasado, según discierno, en el caso del Legislador Vieluf) y el alejamiento con los aliados polÃticos, que resultan tan vitales cuando no se cuenta con la base electiva suficiente para sostener una victoria en el proceso de sufragio.
Considero disoluto (alejado de lo moral) el planteamiento expuesto por el legislador, pues en polÃtica existe un axioma universal: sumar y sumar, nunca restar. La historia es el mejor expositor para demostrar que si bien es cierto que el PLD es la agrupación polÃtica con mayor nivel de adeptos en la actualidad, también es el partido que ha sido capaz de establecer mayores allanes de alianzas (sean éstas de cualquier naturaleza) que han resultado en la victoria del partido de la estrella, en distintos niveles.
El desvió ideológico de las bases partidarias y de las alianzas nunca puede ser el discurso de un representante de una parcela partidaria, pues de ser asà demuestra el nivel de incredulidad respecto a los acuerdos polÃticos que surgen en los tiempos electorales.
Con el tiempo el PLD ha demostrado regirse por las disposiciones del Comité PolÃtico (CP) y el Comité Central (CC), de manera que hasta que los máximos organismos de ese partido no establezcan una desunión con un partido que se encuentra en calidad de aliado, resulta descabellado hablar de forma partidaria y/o personal en contra de esa agrupación, a menos que sea la misma agrupación que decida romper con la alianza.
Me parece que éste es un intento desesperado para recuperar el tiempo y el apoyo perdido a lo interno de esa congregación polÃtica (el PLD) vendiendo la contumelia (mentira descarada) de que ya es tiempo de los del PLD, cuando en verdad siempre ha sido asÃ, pero para asegurar sus victorias el PLD siempre busca las alianzas, sólo si le es conveniente.
Sin embargo me causó mucho sobresalto el tahúr de expresiones expuestas a través de la red social de Facebook por el tres (3) veces Senador de la República en ¿Representación? de la Provincia de Montecristi, Heinz Vieluf Cabrera, donde de forma, a mi entender, desdeñosa echa a un lado a los aliados polÃticos del PLD, que en innúmeras ocasiones han colaborado para las victorias moradas en ésta y otras demarcaciones.
Una de las reglas que sirve para la descomposición de los partidos es su desconexión con las bases de la agrupación polÃtica (como efectivamente ha pasado, según discierno, en el caso del Legislador Vieluf) y el alejamiento con los aliados polÃticos, que resultan tan vitales cuando no se cuenta con la base electiva suficiente para sostener una victoria en el proceso de sufragio.
Considero disoluto (alejado de lo moral) el planteamiento expuesto por el legislador, pues en polÃtica existe un axioma universal: sumar y sumar, nunca restar. La historia es el mejor expositor para demostrar que si bien es cierto que el PLD es la agrupación polÃtica con mayor nivel de adeptos en la actualidad, también es el partido que ha sido capaz de establecer mayores allanes de alianzas (sean éstas de cualquier naturaleza) que han resultado en la victoria del partido de la estrella, en distintos niveles.
El desvió ideológico de las bases partidarias y de las alianzas nunca puede ser el discurso de un representante de una parcela partidaria, pues de ser asà demuestra el nivel de incredulidad respecto a los acuerdos polÃticos que surgen en los tiempos electorales.
Con el tiempo el PLD ha demostrado regirse por las disposiciones del Comité PolÃtico (CP) y el Comité Central (CC), de manera que hasta que los máximos organismos de ese partido no establezcan una desunión con un partido que se encuentra en calidad de aliado, resulta descabellado hablar de forma partidaria y/o personal en contra de esa agrupación, a menos que sea la misma agrupación que decida romper con la alianza.
Me parece que éste es un intento desesperado para recuperar el tiempo y el apoyo perdido a lo interno de esa congregación polÃtica (el PLD) vendiendo la contumelia (mentira descarada) de que ya es tiempo de los del PLD, cuando en verdad siempre ha sido asÃ, pero para asegurar sus victorias el PLD siempre busca las alianzas, sólo si le es conveniente.
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