Pedro Martínez, lanzador dominicano y miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, confesó que tuvo que afrontar muchas dificultades para tener la oportunidad de llegar a las Grandes Ligas
El lanzador dominicano y miembro del Salón de la Fama, Pedro Martínez, tuvo una conversación con The Players’ Tribune en la que habló sobre su llegada a las Grandes Ligas y la promesa que hizo antes de establecerse como uno de los más importantes lanzadores de las últimas de décadas.
“Cuando tenía 12 o 13 años, jugué
béisbol de las Pequeñas Ligas y me equipo tenía la oportunidad de jugar en la
Serie Mundial de las Pequeñas Ligas en Puerto Rico. Necesitaba 420 pesos
(dominicanos) para que yo pudiera ir a jugar. Cuando se lo mencioné a mi
familia la primera vez, me dijeron que no había posibilidad”, inició Martínez
diciendo en el video colgado en las redes sociales de The Players’ Tribune.
“Eso me dolió mucho, nunca lo
olvidé y esa fue la razón principal por la que cuando llegué a las Grandes
Ligas mantuve una promesa en mi corazón. Dije que si algún día lograba
establecerme nunca permitiría que un niño no tenga el apoyo necesario para
lograr una posibilidad (para triunfar en el béisbol), ya que yo soy producto de
una oportunidad”.
“Solamente me puedo imaginar la
presión que mis padres tuvieron para mantener a una familia de ocho mientras
ganaban el salario mínimo, tuvimos momentos difíciles. Me molestaba no tener la
oportunidad de hacer algunas cosas y por eso me peleaba mucho en la calle. Mi
hermano Ramón sabía que yo era un “cabeza caliente” y recuerdo que me dijo que,
si me portaba bien, estudiaba y dejaba de pelearme en la calle, él mismo me
llevaría a la academia para que viera a los otros peloteros que jugaban con él.
Esa era la primera academia de béisbol del país”.
Es importante recalcar que Ramón
Martínez, hermano de Pedro, fue un lanzador dominicano de Grandes Ligas que
tuvo una carrera relativamente buena durante 14 años, jugando durante once
temporadas con Los Ángeles Dodgers.
Martínez continuó recordando lo
que significó para él tener la oportunidad de acompañar a su hermano a la
academia de béisbol. “Me mantuve con la idea de que, si me portaba bien, podría
acompañar a mi hermano y ver los lugares de trabajo, lo que él hacía y como
debía comportarme para que todo funcionara. Recuerdo que pensé que esa era la
puerta abierta que necesitaba”.
“Con los años me di cuenta de que
era una bendición el simple hecho de tener la oportunidad de ganar o perder un
juego en Grandes Ligas con 60 mil fanáticos coreando mi nombre. Eso me hizo
pensar en que 15 años antes, no tenía ni 50 centavos para tomar el autobús y
ahí estaba yo, ganando dinero. Solamente quiero aconsejar a todos los jugadores
latinos que crean y trabajen, que miren mi ejemplo. Yo lo logré, a pesar de que
todo el mundo pensaba que era muy pequeño, que no era lo suficientemente bueno
para hacerlo, ese es mi mayor orgullo, poder ser un modelo a seguir para todos
los jugadores latinos que han llegado después de mí”.
Pedro Martínez tuvo una exitosa
carrera de 18 años en las Grandes Ligas, obteniendo tres premios Cy Young y un
anillo de Serie Mundial durante la temporada 2004 junto a Boston Red Sox.
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