De todas maneras, es fácil de diagnosticar y con solución. Aquí te contamos de qué se trata esta afección de la boca y qué métodos existen para corregirla.
Qué es la mordida abierta
La mordida abierta es un tipo de maloclusión que se produce cuando los elementos dentarios superiores no logran contactar con sus correspondientes inferiores. Esta incapacidad origina un espacio visible entre ambas arcadas.
Suele observarse con mayor frecuencia en la zona anterior de la boca cuando no hay contacto entre caninos e incisivos superiores con los inferiores. Pero puede ocurrir en cualquier sector de la cavidad bucal, incluso en los molares.
Como ya mencionamos, el síntoma principal de esta afección es el espacio visible entre las piezas dentarias superiores e inferiores. Esto genera un inconveniente estético en la persona, sobre todo si sucede en el sector anterior, ya que se percibe una sonrisa irregular.
Pero más allá del problema físico, puede ocasionar otras alteraciones en la salud. Aquí te mencionamos algunas:
Dificultad en el habla: el paciente con mordida abierta no logra pronunciar algunos fonemas de manera correcta al faltar el posicionamiento adecuado de la lengua.
Problemas para masticar y comer: dado que no hay contacto de las piezas dentarias superiores con las inferiores, la masticación se ve alterada.
Tendencia a la respiración bucal: al no poder cerrar la boca por completo y por el desarrollo insuficiente de los maxilares, suele ser común que el paciente necesite o se acostumbre a respirar por la boca. Esto agrava más el cuadro.
Alteraciones en la articulación temporomandibular (ATM): por la mala oclusión se ve afectada esta articulación que conecta el maxilar inferior con el cráneo. Suelen aparecer chasquidos o ruidos en la mandíbula. También hay dolor de cabeza, del cuello y de la cara.
Complicaciones psicológicas: por los problemas recién mencionados y por tener una sonrisa diferente, las personas con mordida abierta suelen tener problemas de autoestima, agravando su calidad de vida.
Tipos de mordida abierta
La mordida abierta puede clasificarse según su naturaleza y también según su ubicación. Según su naturaleza podemos diferenciar entre mordida abierta esquelética y dental. La primera es un problema óseo de origen hereditario o genético que suele afectar a los dos maxilares.
La mordida abierta dental, como su nombre lo indica, se trata solo de la desalineación de los dientes y se origina por hábitos perjudiciales repetitivos durante la infancia.
Según su ubicación distinguimos los siguientes tipos de mordidas abiertas:
Anterior: los dientes del sector frontal (incisivos centrales, incisivos laterales y a veces también los caninos) no contactan entre sí al cerrar la boca. Es la más frecuente.
Posterior: al ocluir, son los elementos posteriores los que no logran contactar entre sí. Puede suceder en uno o en ambos lados. Es poco frecuente y se la asocia a la ausencia o erupción incompleta de algún molar.
Lateral: se produce cuando la falta de contacto de dientes superiores con inferiores se da en un solo lado de la arcada. Por lo tanto, puede ser derecha o izquierda.
Completa: se combina la mordida abierta anterior y la posterior, contactando solamente los últimos molares.
Causas
En la actualidad, la mordida abierta se considera un trastorno multicausal en el que influyen factores genéticos, hereditarios y funcionales. Esto es lo que altera dientes y huesos y determina la manera de morder.
La mayoría de las veces, la mordida abierta sucede en el sector anterior y como consecuencia de hábitos repetitivos durante la infancia. En esta época de formación de los huesos de la cara, cualquier estímulo excesivo y continuo puede derivar en una malformación y malposición de las piezas dentarias.
Entre estas conductas reiterativas se incluyen el uso excesivo y prolongado del chupete, la succión del dedo, el hecho de chupar o morder objetos, la respiración bucal, la deglución atípica, empujar la lengua contra los dientes al hablar, tragar o en reposo.
Como ya te contamos, aunque son menos frecuentes, también existen las mordidas abiertas esqueléticas que tienen un origen hereditario y genético. Hay familias de ‘caras largas’, con un excesivo desarrollo vertical del rostro. Nuestro código genético contiene la información para la formación de los huesos de la cara en el futuro. Una alteración a este nivel puede influenciar en la forma que tendrán los tejidos óseos que usamos para morder.
En muchos casos, la mordida abierta resulta de la combinación de varios de estos factores. Es común que el paciente tenga predisposición genética y se agrave la situación por la presencia de hábitos adquiridos que permiten el desarrollo de la maloclusión.
Tratamiento de la mordida abierta
Existen casos puntuales de mordidas abiertas que se resuelven solos al caerse los elementos dentarios temporarios. Otros, en cambio, persisten hasta la edad adulta. Sobre todo cuando los hábitos predisponentes se prolongan hasta después de la erupción de los dientes definitivos.
Lo que debes saber es que existen diferentes alternativas para solucionar esta alteración y el tratamiento se puede realizar a cualquier edad. Comenzar de manera temprana mejora el pronóstico y evita que continúe el problema.
El tratamiento de elección dependerá de la complejidad de la maloclusión y de la edad del paciente. El odontólogo a cargo realizará estudios complementarios para llegar a un correcto diagnóstico de la mordida abierta y así elegir la mejor opción para ese caso particular.
Como ya mencionamos, esta afección suele estar influenciada por múltiples factores que deben ser considerados a la hora de empezar un tratamiento. Ignorar problemas funcionales o hábitos instalados y no resolverlos podrán llevarnos al fracaso terapéutico.
El trabajo de los ortodoncistas debe realizarse de manera interdisciplinaria con los logopedas. Ellos colaborarán en la erradicación de los hábitos nocivos y mejorarán la fonación y el correcto posicionamiento de la lengua en la pronunciación.
Ortopedia u ortodoncia interceptiva en niños
Como ya mencionamos, cuanto más temprano se aborda el problema es más sencillo de resolver. Con el uso de estos aparatos en la infancia se puede guiar un adecuado crecimiento de los huesos.
Se suelen utilizar aparatos removibles o expansores fijos. Al realizar un tratamiento en esta etapa es fundamental trabajar con los niños el abandono del hábito que esté generando la maloclusión.
Ortodoncia en adolescentes y adultos
A esta edad, los huesos ya han completado su desarrollo, por lo que son menos moldeables. Aquí el objetivo principal es modificar la posición de los elementos dentarios. Por ello, las alternativas para estas edades son los brackets o los alineadores transparentes.
Los brackets o tirantes son los aparatos tradicionales que permiten una rápida corrección dental. El paciente podrá elegirlos metálicos, de zafiro o linguales. Su desventaja es la visibilidad, lo que puede resultar un problema estético.
Los alineadores transparentes son placas programadas de manera computarizada que se cambian regularmente. Son más discretos desde el punto de vista estético.
En algunos casos, puede ser necesaria la combinación del tratamiento ortodóncico con extracciones dentarias para armonizar la mordida.
Cirugía ortognática combinada con ortodoncia
En casos de adultos con mordida abierta esquelética severa puede ser necesaria una cirugía maxilofacial. Se elimina el exceso de hueso del maxilar superior o de la mandíbula.
Antes y después de la cirugía el tratamiento se complementa con ortodoncia y suele extenderse por varios años. La consecuencia es una transformación radical de la cara del paciente. Se elige solo en aquellos casos en que la ortodoncia no pueda lograr suficientes resultados.
Cómo prevenir la mordida abierta
Hay causas de la mordida abierta que no podremos manejar, como los factores hereditarios y genéticos o la ausencia de algún elemento dentario. Pero los hábitos adquiridos en la infancia serán sobre los que tendrás que enfocarte para evitar esta maloclusión.
Los padres deberán estar atentos a estas costumbres. Si los niños se chupan el dedo, muerden objetos, usan de manera prolongada el chupete, respiran por la boca o empujan los dientes con la lengua, una consulta a tiempo con el ortodoncista resultará de gran utilidad.
Realizar consultas odontológicas de manera temprana y frecuente también ayudará a prevenir esta alteración. El profesional evaluará el desarrollo y la oclusión del pequeño. En caso de que sea necesario, hará la derivación correspondiente al ortodoncista. Un diagnóstico temprano simplifica los tratamientos, haciéndolos más agradables, rápidos y menos costosos.
La mordida abierta tiene solución
Ahora ya sabes que la mordida abierta es bastante frecuente. Además de su impacto estético, puede afectar de muchas maneras la calidad de vida de quien la padece.
Según la edad y la severidad hay varias alternativas de tratamiento para corregirla. Recuerda que cuanto antes se empiece con la solución, esta será más fácil y menos dolorosa. Consulta a tu odontólogo de confianza para cambiar la mordida abierta por una sonrisa feliz.
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